EL PORTERO DE DORADOS FUE EL HÉROE AL ATAJARLE UN PENAL A CUAUHTÉMOC BLANCO
Juanáticos, con el futbol detenido en las canchas por el coronavirus, es tiempo de recordar esos momentos mágicos que solo la Liga MX nos ha regalado. Uno de ellos ocurrió el 3 de febrero de 2006 en Culiacán cuando Pep Guardiola corrió a plantarle un beso en la mejilla a Cirilo Saucedo.
Dorados ya ganaba 2-0 y le pasaba por encima a un América que ni con Kleber, el Chaco y el Cuauh podía reaccionar. Al 82', Mendoza le cometió una falta a Zepeda y el gober de Morelos fue el encargado de cobrar el penal. De anotarlo, el Ame tendría los últimos minutos para al menos sacar un empate.
Cuauhtémoc tomó vuelo, sacó un disparo raso al centro de la portería, y aunque Cirilo se lanzó a su izquierda tratando de adivinar, con los pies logró atajar el disparo y cerrar una noche soñada para Dorados. Guardiola corrió a felicitarlo, le agarró el rostro con las dos manos, lo besó en el cachete y remató con una palmada.
Una anécdota que parece irreal al ver ahora a Pep Guardiola como uno de los mejores entrenadores en el planeta y a Cirilo Saucedo ya retirado. ¿Será que el técnico del City todavía se acuerde de sus momentos mágicos en la Liga MX?
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