Por: Irving Márquez | @mimooso

Quedan pocas horas para que se dispute la final de la Champions League. El Barça llega a Berlín con la idea de conseguir su quinta Champions y así lograr conseguir el tan anhelado triplete.


Una vez conseguida de forma brillante la Copa Del Rey, no se habla de otra cosa en la ciudad Condal, los aficionados blaugranas están convencidos de que se llega a la final de la Champions en un momento inmejorable, saben que los dirigidos por Luis Enrique pasan por un momento dulce y no se debe desaprovechar la oportunidad que tienen para coronar una temporada que está siendo estupenda.


Los aficionados culés consideran que tienen muchas razones para ser optimistas, llegan a la final sin lesiones y con el once de gala en plena forma. La defensa es muy sólida y brinda la seguridad necesaria al resto del equipo, el mediocampo cumple a la perfección su labor de recuperar balones y distribuirlos al tridente ofensivo, el cual funciona a las mil maravillas. Por si esto fuera poco, cuentan con el factor Messi, los seguidores lo tienen claro, si el 10 argentino sale inspirado a la cancha no hay rival que logre detenerlo: las últimas actuaciones hacen sentir a los culés que el triplete está un poquito más cerca de lucir en las vitrinas del Camp Nou.


En el papel parece que el rival no causa mucha preocupación a los aficionados, sin embargo hay algunos sectores que apelan a la prudencia, saben que enfrentar a un equipo italiano en una final siempre es muy complicado y más cuando tiene nombres de tanta experiencia como Buffon, Chiellini, Pirlo, Tévez y compañía, auguran que no será un partido sencillo, no se confían de una Juventus que intentará imponer su estilo y tratar de capitalizar los errores del conjunto blaugrana.


En Can Barça lo tienen claro: conseguir “la Orejona” sería ponerle la cereza del pastel a la temporada y además serviría como la culminación perfecta para la serie de homenajes que se le está haciendo a Xavi antes de salir del club.


Los jugadores son conscientes, están a 90 minutos de hacer historia, saben que se sufrirá para conseguir escribir un capítulo más en la historia del Barça. En los alrededores del Camp Nou se respira optimismo, pero también se escucha que se repiten una y otra vez aquella frase que dijo Luis Aragonés: “Las finales no se juegan, se ganan”.