Este viernes 6 de enero de 2024 quedará marcado como un día triste para el fútbol brasileño. Y es que a los 92 años falleció Mario Jorge Lobo Zagallo, el único tetracampeón mundial en la historia, tras dedicar su vida al deporte que amaba como jugador, entrenador y coordinador técnico de la Canarinha.
Zagallo, apodado cariñosamente como el “Viejo Lobo”, fue una auténtica leyenda que conquistó cuatro títulos de Copa del Mundo con Brasil: dos como futbolista (Suecia 1958 y Chile 1962), uno como director técnico (México 1970) y otro como coordinador (Estados Unidos 1994).
Nacido en 1931 en Alagoas, Zagallo inició su carrera como delantero en Flamengo y Botafogo, clubes en los que dejó un grato recuerdo. Fue precisamente vistiendo la amarilla de la selección brasileña donde alcanzó la gloria junto a Pelé, ganando los Mundiales de 1958 y 1962.
¿Qué títulos ganó Mario Lobo Zagallo con Brasil?
Ya como entrenador, Zagallo comandó a la gloriosa Brasil en 1970, logrando la gesta de obtener la Copa del Mundo por tercera vez consecutiva. Décadas más tarde, en 1994, ejerció como coordinador técnico del equipo campeón en Estados Unidos.
De esta manera, Zagallo se convirtió no solo en el primer tetracampeón mundial de la historia, sino también en el único en ostentar cuatro estrellas, dos como futbolista y otras dos en el banquillo. Además, llegó a cinco finales en los siete Mundiales en los que participó, cifras realmente extraordinarias.
En 1998, ya con 67 años, el “Viejo Lobo” estuvo cerca de lograr un quinto título dirigiendo a una talentosa Brasil con Ronaldo, Rivaldo, Roberto Carlos y otros cracks. Pero el anfitrión Francia le arrebató la gloria en la final.
Su legado brillará por siempre en la Selección Brasileña
Más allá de sus numerosos títulos, Zagallo deja un legado imborrable por su dedicación al fútbol y por ser un ejemplo de superación. De origen humilde, con esfuerzo se convirtió en leyenda de un deporte que amó hasta el final de sus días.
Brasil y el mundo futbolístico lamentan la pérdida de este ícono histórico. Pero su nombre queda inmortalizado como el del único tetracampeón en una Copa del Mundo. Vaya descansando en paz, Zagallo. Su legado brillará por siempre en la Canarinha.