Cristiano es una máquina competitiva de última generación, lo mejor de lo mejor, y su objetivo es siempre llegar a lo más alto. Pero también es consciente de que los años pasan y que él no se está haciendo más joven. Quizás esto se ha reflejado en su última temporada con el Manchester United, donde ya no es más el referente del equipo, como siempre estuvo acostumbrado. La está pasando mal mi Cris.
Un cambio de aires no le vendría mal a mi Comandante, ya saben, nueva casa, nueva liga, nuevo equipo, nuevo club… esperen, esperen, ¿alguien dijo nuevo? La madre del Bicho confesó que, como su hijo ya tiene 37 años, su regreso al Sporting de Lisboa, club que lo formó y debutó en primera es muy posible, y que esto sucederá tarde o temprano.
“Si no va Cristiano, irá su hijo. Está prometido. No ha ido este año, el próximo puede que sí. El año que viene, si Dios quiere”
Dolores Aveiro, madre de Cristiano Ronaldo
La madre del Bicho ha dejado una pista de cuál puede ser la siguiente aventura en la exitosísima carrera del Comandante. La neta es que sería de esas historias que se agradecen. Recuerden que Cris se hizo figura en el Manchester United, después salió a volverse inmortal al Real Madrid, de ahí paso a la Juve, y ahora está de regreso en Manchester. Su regreso al Sporting tiene mucho sentido, si nos ponemos en modo “románticos de la pelota”.
Cristiano y el Sporting de Lisboa
Cris llegó al Sporting de muy chico, haciendo las inferiores ahí y coincidiendo con uno de sus más grandes amigos, Ricardo Quaresma. No tardaría mucho para debutar en primera división, ya que su talento era incontenible para los niños de su edad. El Bicho debutó con 17 años en un partido de clasificación para la Champions frente al Inter de Milán en 2002.
Su primer partido en la Primeira Liga fue frente al Sporting de Braga, pero en su segundo partido jugado fue cuando dejó claro lo que iba a ser. Ese pequeño Comandante se rifó dos goles en la goleada 3-0 del Sporting frente al Moreirense. Además, gracias a su doblete se convirtió en el jugador más joven en anotar con el Sporting, con 17 años y ocho días. Llegó el verano de 2003 y el Sporting se rifó un partido de pretemporada frente al United, y fue justo en ese partido donde la vida de Cris cambió y el resto es historia.